miércoles, 28 de septiembre de 2011

Libros





!Basta de Historias!

-Título: "Basta de Historias!
- Autor: Andrés Oppenhaimer
- Año: 2011
- Género: Ensayo
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En un último enjundioso trabajo de investigación, "Basta de Historias", el prestigioso periodista y brillante columnista del periódico "Miami Herald", Andrés Oppenhaimer, ha señalado que en esta hora de crisis global y desfaces financieros la clave es la educación: la educación debe convertirse en el centro de la agenda política y, con ella, deben venir la innovación, la ciencia y la tec

2. Cierto, en los rankings de Universidades del Mundo (tengo a la mano la última edición elaborada por la Universidad Jiao Tong de Shanghai, la más autorizada), en un número de las mejores 1,000 universidades, las norteamericanas siguen siendo las líderes, seguidas por las europeas y las asiáticas, y en donde de latinoamérica no figuran sino tres únicas universidades: la de Sao Paulo (Brasil), la Autónoma (Méjico) y la UBA (Argentina), si bien ocupando los últimos puestos.

3. ¿Las Universidades peruanas? No puedo negarlo, rogaba ver alguna aunque sea en la última línea, !ni ahí siquiera!

4. En realidad, no se trata de tomar partido por las teorías biológicas del desarrollo, según las cuales una raza es más capaz que otra. Lo que pasa es que, mientras nosotros estamos guiados por la ideología (nacionalismo, comunismo) y obsesionados por reivindicar el pasado (Cáceres, Velasco), los norteamericanos y europeos, y más aun los asiáticos, están guiados por el pragmatismo y obsesionados por el futuro. Ellos miran lo que está pasando alrededor del mundo. Nosotros nos miramos al ombligo y nos comparamos con nosotros mismos

5. ¿Le falta humildad a América Latina?, se pregunta Oppenheimer. Al parecer, la dif00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000erencia entre los países que avanzan y reducen la pobreza y los que no lo hacen, es que los primeros tienen humildad. China e India lo comprueban (lean "El Siglo de China"), pues ellos, teniendo logros tan importantes frente a la educación, piensan que hay otros países como Singapur que lo están haciendo mejor.

6. El enjundioso libro de Ramón Tamames, "El siglo de China", ilustra la suerte de paranoia constructiva que muestran los asiáticos, quienes trabajan cada vez más duro motivados para ser mejores y perfeccionarse aun más. América Latina sufre de triunfalismo y complacencia.

7. Una encuesta del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) muestra que el 72% de los latinoamericanos están satisfechos con su educación pública, cuando, como hemos visto, en los informes internacionales estamos en los últimos lugares.

8. Debemos pues por partir reconociendo que estamos mal. Como en los centros de tratamientos terapéuticos para drogadictos y alcohólicos: si vas a resolver tu problema, lo primero que te aconseja el terapeuta es que reconozcas que lo eres. A nosotros nos falta reconocer que estamos mal en educación.

9. ¿Qué hacer? Lo primero, poner en la agenda política que lo primero es la educación. Tener visión periférica y no ceguera periférica, es decir, mirar qué están haciendo los países con condiciones similares para afrontar el problema, como Colombia, por ejemplo, donde el gobierno ha comenzado a invertir en calidad educativa.

10. En Perú la solución pasa también por reconocer que el maestro tiene que ser la columna vertebral de la sociedad, que debe ser un profesional preparado y bien remunerado. Ya el gobierno de Alan García puso su grano de arena al respecto, al llevarse a cabo, contra viento y marea del Sutep, una reevaluación del profesorado.

11. ¿El actual gobierno de Humala está andando por el rumbo correcto? A estarse por las medidas sui generis asumidas por el actual Congreso, de no obligar el título profesional para acceder a la función pública o a algún cargo de gobierno, definitivamente que no. Eso sí sería el salto al vacío que tanto se temía a la hora de votar por Humala.

12. Si todos, sin discriminación de preparación, estudios ni capacidad, todos o cualquiera puede ahora acceder a un cargo de gobierno, se estaría entronizando una verdadera Oclocracia (el poder de la chusma ignara), que, al decir de Marguerite de Youcernar en su "Memoria de Adriano", es la peor de las desgracias que le puede pasar a una nación, pues sería un enorme desaliento para tantos jóvenes que se esfuerzan y libran una verdadera batalla de vida para labrarse una profesión, una maestría, un diplomado o doctorado, en la ilusión de una mejor promesa de vida en nuestro país. Entonces, tendríamos ya en cierne una masiva fuga de talentos !qué indolencia!

14. Sin embargo, y ello no obstante, no perdamos el optimismo, pues Perú cuenta hoy con una buena economía, suficiente para generar el cambio que necesita la ecucación, invertir en ella, dándonos cuenta que la clave de esta hora es la educación.

El actual gobierno, con sus torpezas y errores, demuestra también tener una rápida capacida de reacción y enmienda: ya Susana Baca está siendo vista como uno de esos errores en el manejo de la cultura. Que lo suyo son los shows, y no la conducción ni el liderazgo en la educación que clama la juventud.

No perdamos la fe, una golondrina anuncia el verano ...


Nueva Jersey, Septiembre del 2011.

Luis Alberto Castillo.

2. Cierto, en los rankings de Universidades del Mundo (tengo a la mano la última edición elaborada por la Universidad Jiao Tong de Shanghai, la más autorizada), en un número de las mejores 1,000 universidades, las norteamericanas siguen siendo las líderes, seguidas por las europeas y las asiáticas, y en donde de latinoamérica no figuran sino tres únicas universidades: la de Sao Paulo (Brasil), la Autónoma (Méjico) y la UBA (Argentina), si bien ocupando los últimos puestos.

3. ¿Las Universidades peruanas? No puedo negarlo, rogaba ver alguna aunque sea en la última línea, !ni ahí siquiera!

4. En realidad, no se trata de tomar partido por las teorías biológicas del desarrollo, según las cuales una raza es más capaz que otra. Lo que pasa es que, mientras nosotros estamos guiados por la ideología (nacionalismo, comunismo) y obsesionados por reivindicar el pasado (Cáceres, Velasco), los norteamericanos y europeos, y más aun los asiáticos, están guiados por el pragmatismo y obsesionados por el futuro. Ellos miran lo que está pasando alrededor del mundo. Nosotros nos miramos al ombligo y nos comparamos con nosotros mismos

5. ¿Le falta humildad a América Latina?, se pregunta Oppenheimer. Al parecer, la diferencia entre los países que avanzan y reducen la pobreza y los que no lo hacen, es que los primeros tienen humildad. China e India lo comprueban (lean "El Siglo de China"), pues ellos, teniendo logros tan importantes frente a la educación, piensan que hay otros países como Singapur que lo están haciendo mejor.

6. El enjundioso libro de Ramón Tamames, "El siglo de China", ilustra la suerte de paranoia constructiva que muestran los asiáticos, quienes trabajan cada vez más duro motivados para ser mejores y perfeccionarse aun más. América Latina sufre de triunfalismo y complacencia.

7. Una encuesta del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) muestra que el 72% de los latinoamericanos están satisfechos con su educación pública, cuando, como hemos visto, en los informes internacionales estamos en los últimos lugares.

8. Debemos pues por partir reconociendo que estamos mal. Como en los centros de tratamientos terapéuticos para drogadictos y alcohólicos: si vas a resolver tu problema, lo primero que te aconseja el terapeuta es que reconozcas que lo eres. A nosotros nos falta reconocer que estamos mal en educación.

9. ¿Qué hacer? Lo primero, poner en la agenda política que lo primero es la educación. Tener visión periférica y no ceguera periférica, es decir, mirar qué están haciendo los países con condiciones similares para afrontar el problema, como Colombia, por ejemplo, donde el gobierno ha comenzado a invertir en calidad educativa.

10. En Perú la solución pasa también por reconocer que el maestro tiene que ser la columna vertebral de la sociedad, que debe ser un profesional preparado y bien remunerado. Ya el gobierno de Alan García puso su grano de arena al respecto, al llevarse a cabo, contra viento y marea del Sutep, una reevaluación del profesorado.

11. ¿El actual gobierno de Humala está andando por el rumbo correcto? A estarse por las medidas sui generis asumidas por el actual Congreso, de no obligar el título profesional para acceder a la función pública o a algún cargo de gobierno, definitivamente que no. Eso sí sería el salto al vacío que tanto se temía a la hora de votar por Humala.

12. Si todos, sin discriminación de preparación, estudios ni capacidad, todos o cualquiera puede ahora acceder a un cargo de gobierno, se estaría entronizando una verdadera Oclocracia (el poder de la chusma ignara), que, al decir de Marguerite de Youcernar e


Nueva Jersey, Septiembre del 2011.

Luis Alberto Castillo.