lunes, 30 de noviembre de 2009

Debate



Demanda de Perú contra Chile ante Tribunal de La Haya:

Perú ante un juicio de la Historia (2)


Perú ha recurrido ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el tribunal más alto de la tierra (Holanda), para resolver sus límites marítimos pendientes con Chile frente a la negativa del vecino país del sur de tratarlo directamente. El Estado Peruano ha presentado ya la correspondiente Memoria y los medios de información sureños anuncian que Chile tiene lista su Contramemoria.

La demanda peruana está debidamente amparada por el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas de 1948, conocido como “Pacto de Bogotá”, del cual Perú y Chile son partes, y en virtud de cuyo artículo XXXI los autoriza a recurrir directamente a la Corte sin que medie convenio especial para hacerlo.

La norma establece el reconocimiento de las partes del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, de la jurisdicción de dicha Corte en todas las controversias de orden jurídico relativas a la interpretación de un tratado y cualquier cuestión de Derecho Internacional, entre otros. (anexo no. 7)

El Estatuto y Reglamento de la Corte Internacional de Justicia regulan los aspectos formales del proceso, tales como el establecimiento de plazos para la presentación de los alegatos de las partes para la actuación de las pruebas.

Leal a su tradición de país pacífico y respetuoso de la ley, el Estado Peruano mantiene la voluntad de resolver esta controversia en el ámbito jurídico de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, sin que ello implique afectar el normal desarrollo de la agenda bilateral que tienen ambos países en los ámbitos político y comercial, de inversiones y de cooperación mutuas, tal como lo vienen observando.

La controversia se centra en la delimitación del límite entre las zonas marítimas de los dos Estados en el Océano Pacífico, que comienza en un punto en la costa denominado “Concordia” conforme al Tratado del 3 de junio de 1929.

La controversia entre el Perú y Chile también comprende el reconocimiento a favor del Perú de una vasta zona marítima que se sitúa dentro de las 200 millas marinas adyacentes a la costa peruana.

(página en proceso...)
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sábado, 28 de noviembre de 2009

!...Hasta quemar el último

cartucho!" (1)


Ninguna acción más hermosa podía haber perfilado mejor la dignidad nacional que la demanda planteada contra Chile ante la Corte Internacional de La Haya, para defender, con la firmeza que dicta la razón y el convencimiento que inspira el derecho, el espacio marítimo sobre cuyas aguas ha vuelto a asomar la codicia rapaz y la envidia cainita del vecino país del sur.


El siglo XIX Chile nos sorprendió debilitados por la desunión, distraidos por ambiciones mezquinas y subalternas y sumidos impotentes ante nuestras falencias económicas, que pagamos amargamente sumergiéndonos en un siglo de descalabro, lamentos y culpas.

Sin embargo, fue necesario la derrota y el holocausto de nuestros mártires para que el aletear de su espíritu nos forjara conciencia de Patria, e insuflara el sentido histórico del deber como país en esta hora álgida en que el enemigo, bestializado con el botín ensangrentado de la victoria, ha despertado nuevos apetitos que usufructuar "por la razón o por la fuerza".



El pasado emite un elocuente mensaje de entrega, sacrificio y amor a la Patria. Hagámonos dignos de ese rico legado moral. Y escribamos para nuestros hijos las páginas más nobles y consecuentes de peruanidad.

. No podemos permitir que la historia se repita. No serán ya luchas intestinas ni las banderas de parroquia, sino la sagrada bicolor de la unión la única que hoy debamos enarbolar sobre los elevados torreones del orgullo y la dignidad nacional. .


"la rosa no florece en el pantano;
y el pueblo en que nacen un Grau y un Bolognesi
no está muerto"


.(Manuel Gonzáles Prada, Páginas libres)


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miércoles, 25 de noviembre de 2009

La Prensa escrita agoniza


Con mucho interés e inquietud sigo a través de Google el constante debate de autorizados analistas, empresas consultoras, periodistas, intelectuales, economistas, empresarios y críticos en general centrados en responder un tema sumamente crucial que estremece este siglo global: el destino final al que parece está llegando la prensa escrita, la tradicional, la de papel, la que leían nuestros abuelos y nuestros padres, la de nosotros, y que adquiríamos en el quiosco de la esquina.
El importante semanario londinense The Economist publica un artículo por demás funesto: "¿Quién mató al periódico?" , señalando, con cifras y encuestas contundentes, la espectacular caída que en los últimos años viene mostrando la circulación de los diarios en Estados Unidos, Europa, Australia, Nueva Zelanda y América Latina. La Revista parisina de gran prestigio, brillo académico y tradición, Le Monde, precisa que esta picada en la distribución de la prensa escrita es en un 17,7 % en los diez últimos años.
El Pais, el periódico de mayor influencia en España y que por muchos años mostró un tiraje exitoso, anuncia que afronta serios problemas financieros derivados fundamentalmente en la baja circulación.
Por su lado, Liza Groos, una de las plumas más prestigiosas de The Miami Herald, diario de enorme tiraje y presencia en La Florida, y el de mayor cobertura latinoamericana, considera que la desaparición de los diarios de papel no será en su totalidad; en todo caso, el formato y el modo en la producción de las noticias establecido en la prensa tradicional no será dejado de lado. Sin embargo, la empresa que edita el diario, McClatchy Corporation, ha anunciado el plan de eliminar 1,600 puestos de trabajo, un equivalente al 15% de su fuerza laboral.
Ya desde 2007, los propietarios del San Francisco Chronicle, el principal diario del norte de California, se vieron obligados a efectuar un dramático despido hasta por una cuarta de su plantilla laboral, unos 400 trabajadores. El Chronicle se enfrenta ahora a una insalvable pérdida de ingresos por publicidad y un descenso ininterrumpido en el número de lectores, algo que sus dueños ya no pueden solucionar con recortes laborales.
The Washington Post, periódico de notable prestigio y presencia en Estados Unidos, admite la enorme crisis que desde hace tiempo asfixia a la empresa; en cambio, se resiste a aceptar el mortal diagnóstico, afirmando que el proceso no es tan acelerado como especulan otros medios de información.
Pero al mismo tiempo leo que The New York Times, por referirnos ya al periódico más poderoso y emblemático de Estados Unidos, y uno de los de mayor influencia en el mundo, acaba de efectuar un despido masivo de sus trabajadotres, un hecho sin precedentes en un diario de tal solidez económica. Incluso, se ha visto en la necesidad de vender su edificio, el The New York Times Building, un imponente y reluciente rascacielo de cristal y acero ubicado en la octava avenida, entre las calles 40 y 41 del centro de Manhattan.
Con tal radical medida, y otras que viene efectuado, el Times busca afrontar una elevada deuda de por encima del US$ 1,000 millones y la grave crisis de liquidez por menores ingresos en publicidad que le viene afectando.
Finalmente, la Asociación de Periódicos de Estados Unidos (Newspaper Association of America), acaba de emitir un angustioso comunicado: los desempleos de sus trabajadores se han incrementado en un número alarmante del 18% in crescendo desde el 2004, en tanto que las ventas de periódicos durante este tercer trimestre experimentan una nueva caída, del 10,6%.
En términos globales, la prensa escrita puso a la venta alrededor de 44 millones de ejemplares diarios menos que en cualquier momento de la década de 1940.
¿A qué debemos esta sombra apocalíptica que recorre rápidamente y oscurece cada vez peor el futuro (presente) de todos los periódicos del mundo?
Con la reciente catástrofe sufrida por el sistema financiero mundial, que hizo desplomar todos los negocios y todas las actividades empresariales del mundo, no es dificil entender que la crisis arrastró igualmente a la prensa escrita por acción del llamado efecto dominó. Y que primero tocó fuerte el mercado de la publicidad, su principal fuente de recursos.
Sin embargo, y sin que la antedicha observación deje de ser del todo válida, todos los analistas coinciden en señalar que el centro gravitante de la crisis histórica por la que atraviesa la prensa escrita, y que, al parecer, está determinando su definitiva e inexorable extinción, está focalizado en otro ámbito: el internet, adonde se ha trasladado toda la información y toda la publicidad de los diversos ámbitos del comercio, el trabajo, la vida en general.
El internet ha operado un cambio drástico en el mundo desde el año 2,000: en los hábitos en que la gente hoy obtiene y lee noticias, en la forma como se culturiza, entretiene, busca empleos, ofrece y vende productos de consumo, se comunica, interrelaciona, y hasta decide su vida. Los periódicos tradicionales, acostumbrados a un modelo de ingresos muy abundante, se ven ahora relegados por una competencia fortísima y aplastante como el internet, adonde el usuario puede acceder gratis.

"Estamos en un periodo de gran incertidumbre, de miedo, y necesitamos mucha visión", comenta Colón, un observador de una prestigiosa consultoría. Es el miedo al cambio, a un nuevo mundo, a una nueva era.
Como anota Thomas Friedman, el prestigioso experto en política internacional y economía, autor del formidable libro La Tierra es Plana, "las empresas, igual que los individuos , necesitan de una estrategia para apañárselas en un mundo que se está aplanando...Todos queremos crecimiento económico, pero nadie quiere el cambio...Si quieres crecer y florecer en un mundo plano, más te vale aprender a cambiar y ponerte a favor de la nueva situación".
No se trata, pues, de levantar muros frente al cambio operado por el internet; cambios que en verdad conllevan ventajas, pues los recortes en la prensa crean enormes oportunidades para los periodistas emprendedores, que pueden comenzar nuevas comunidades 'online' para cubrir los lugares, materias y problemas que quedan sin cubrir debido a los recortes.
En esta hora de revolución en la electrónica y la informática, quien no está en internet, no existe en este mundo.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Crónicas de New Jersey


!God Bless América!
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Para quienes hemos emigrado a Estados Unidos no deja de asombrarnos y despertar nuestra mayor simpatía el efervescente entusiasmo que muestran los norteamericanos por expresar de manera incesante el elevado orgullo y la devoción que sienten por su país.

Donde quiera que caminemos o nos encontremos, sea un día de trabajo o un weekend, veremos pasar raudamente a todo vehículo, chico, grande, moderno o viejo, ondeando alegremente en la parte derecha de la antena la vistosa bandera norteamericana. Las viviendas la lucen igualmente en la parte mejor ubicada del frontis, en las ventanas o en los muros o en el buzón del correo postal, y no hay calle por donde uno transite en que no se tope con este efervescente culto del pueblo estadounidense con su pabellón nacional.

Hasta los forjadores de la contracultura, los rebeldes pelucones y barbados, con sus gafas oscuras y espectaculares tatuajes y piercings, recorren las pistas en sus aparatosas motocicletas mostrando la bandera norteamericana formidablemente pintada en sus cascos o detrás de sus casacas de cuero, o formando un paño para cubrirse la frente con ella. El legendario film de fines de los 60, Easy Rider, lo ilustra alegóricamente.

Me he quedado sorprendido viendo a obreros realizar faenas verdaderamente incómodas y riesgozas, socavando las pistas, cambiando los tejados o colgados de los empinados rascacielos de Nueva York, arreglándoselas para llevar una bandera pequeña colocada sobre la parte más segura del casco.

Pero nada emociona más, al recorrer los diversos towns de Nueva Jersey, divisar en las solitarias praderas de los cementerios, una banderita norteamericana enhiesta lealmente sobre la última morada de cada estadounidense.

La bandera de las siete barras rojas, fondo blanco y un recuadro azul donde brillan cincuenta estrellas blancas, la bandera entregada a George Washington por la joven costurera Betsy Griscom Rose, nunca deja de estar enarbolada por los hijos de esta gran nación. Desde la cuna hasta la tumba.

Y, junto a la bandera, o, mejor, al centro de la misma, los norteamericanos acostumbran a escribir una sagrada oración:

" God Bless América"

!Admirable invocación a Dios por preservar la grandeza de este país!.

En la reciente historia de EE. UU., Setiembre 11- 2001 está registrado como la fecha más aciaga de sus páginas a causa del espantoso desastre sufrido en World Trade Center. Irónicamente, el intenso dolor y la ira, la mezcla de ambos sentimientos vividos por el pueblo norteamericano, supieron reactivar aquel día ese amor sagrado que siempre estuvo latente por su patria.

La conmovedora imagen de los tres bomberos de la brigada de Brooklyn izando el pabellón en medio de la desgracia, se ha transformado en un símbolo del triunfo moral del pueblo estadounidense sobre la adversidad, el miedo y la desesperanza. La escena fue captada por las cámaras del fotógrafo Thomas E. Franklin, del periódico The Record Of Hoe Hackensack de Nueva Jersey, una foto que recorrió el mundo entero, y que, a semejanza de aquella legendaria captada por Rosental sobre la cima del monte Suribachi, en Iwo Jima, se ha convertido también en un ícono.

He visto que el fabuloso Museo de Madame Tussaund de Nueva York tiene ya su versión.

EE. UU., la cuna del capitalismo mundial, el vendedor de ilusiones y amo de las finanzas, el exportador de maquinarias, modas y películas, el Tio Sam, es, antes que nada, un pueblo profundamente religioso e inmensamente patriótico como ninguno en el planeta.

Es esa fuerza moral el verdadero motor de la admirable grandeza sin par que impulsa a esta nación a avanzar siempre hacia adelante, sin tener nunca nada que temer, excepto el temor.

Libros


El Choque de Civilizaciones
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Título: El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración
del Orden Mundial (1996)
Autor : Samuel Huntington
Editorial: Paidos Ibérica
Tema : Política
País : EE. UU.
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A mitad del siglo pasado aparecieron dos libros portentosos que se convirtieron en el eje de la filosofía contemporánea de la historia: La Decadencia de Occidente ( 1918- 1923), del filósofo alemán Oswald Spengler, y Un Estudio de la Historia (1934-1961) escrita por el historiador británico Arnold Toynbee.
Según la tesis de Spengler, las sociedades, al igual que los seres orgánicos, atraviesan por un mismo proceso de existencia: nacen, se desarrollan, alcanzan la plenitud, y luego decaen y mueren. Una ley inexorable, contra lo cual nada puede hacer la voluntad del hombre, pues es un orden que no admite excepción.
Esta visión, de franco pesimismo sobre el destino de la historia, fue duramente cuestionada por la intelectualidad europea, pues Spengler predecía la muerte de occidente, cuya cultura, por avara y materialista, consideraba agotada. El filósofo, en cambio, señalaba a América como el amanecer de una nueva cultura.
Toynbee rechazó el determinismo de la tesis Spengleriana, sosteniendo que toda civilización tiene un desafío, y en la medida que sepa responder ese desafío, crece, prospera y avanza, estimulando nuevos desafíos, a los cuales deberá oponer nuevas respuestas. Una civilización decaerá sólo en la medida que no tenga capacidad de respuesta a los desafíos que la imponga la historia o la naturaleza. Las sociedades y los pueblos no tienen necesariamente que morir.
Toynbee expresaba una voz de esperanza al viejo continente, advirtiendo que la moderna civilización occidental bien podía escapar de los normas apocalípticas de la decadencia de las civilizaciones.
En latinoamérica Haya de la Torre fue uno de los pocos pensadores que analizó detenidamente el estudio de Toynbee a través de un trabajo erudido (Toynbee, frente a los panoramas de la historia), haciendo observar que la sociedad incaica supo afrontar dialécticamente el duro desafío que le impuso la geografía, al desarrollar, sobre las elevadas alturas de los andes y frente a una naturaleza abrupta y reacia, la civilización de mayor esplendor en América, cuyos restos arqueológicos no terminan nunca de explorarse y descubrirse y es centro de permamenente admiración en el mundo contemporáneo.
A finales del siglo pasado (1993), Samuel Huntington, politólogo y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard, dió a luz un lúcido ensayo, que luego condensaria en un libro de título vibrante: El choque de civilizaciones (1996), mediante el cual proyecta una visión realmente polémica sobre la forma en que el mundo se organiza a la caída del comunismo soviético: los pueblos se han replegado y se unen y reorganizan en razón de su identidad cultural, y en un momento dado chocarán violentamente.
Huntington predice que los principales actores políticos del Siglo XXI serán las civilizaciones en lugar de los estados-nación. Y retomando en parte la tesis de Toynbee, pinta un cuadro mundial compuesto por múltiples civilizaciones en conflicto. "Mi hipótesis es que la fuente fundamental del conflicto en este nuevo mundo no será ideológico o económico. Las grandes divisiones entre la humanidad y la fuente de conflicto dominante serán culturales...El choque de civilizaciones dominará la política global. Las líneas de falla entre las civilizaciones serán las líneas de batalla del futuro".
El mensaje es descarnado y sumamente duro; advierte que Occidente no conquistó el mundo por la superioridad de sus ideas, valores o religión, sino " por la superioridad en aplicar la violencia organizada. Los occidentales suelen olvidarse de este hecho. Los no-occidentales nunca lo olvidan".
Cuando ocurrieron los horrendos atentados de setiembre 11, el gobierno norteamericano de George Bush creyó que era hora de considerar en serio las admoniciones de Huntington; tiempo después el mundo entero vería sorprendido la impresionante invasión de EE. UU. sobre Irak, estableciendo sus bases y extendiendo desde ahí su poderío sobre Medio Oriente.
El Siglo XXI se ha echado a andar siendo oportuno preguntarse, ¿el escenario internacional ofrece los enfrentamiento culturales descritos en la obra de Huntington? Observamos que la India, el Japón y Estados Unidos, de tradiciones culturales y religiosas distintas, se acercan cada vez mejor y mantienen permanentes nexos de intercambio comercial gracias a los mecanismos e instituciones de sus sistemas democráticos.
La Unión Europea (UE) comprende entre sus 27 miembros, junto a países occidentales y de tradiciones católicas y protestantes como España, Italia, Irlanda, Inglaterra, Alemania, Francia, a países de religiones ortodoxas y musulmanes, como Grecia, Chipre, Rumania y Bulgaria. Todos estos Estados, para ser miembros, deben satisfacer los criterios de Compenhague: mantener una democracia estable que respete los derechos humanos y el estado de derecho. Las diferencias de carácter cultural, de creencia y religión, son irrelevantes en este orden en que se desarrolla el mundo actual.
Los valores occidentales demuestran ser más transmisibles que los visualizados por Huntington.
Si bien las tensiones entre pueblos y razas nunca han dejado de existir y el peligro de que existan estará latente, las naciones, en su mayoría, se inclinan a coexistir amigablemente.
En la 59 Asamblea General de la ONU, el 21 de septiembre de 2004, tuvo lugar la denominada Alianza de Civilizaciones, como se ha venido a denominar la propuesta lanzada por el Presidente del Gobierno español José Luis Rodriguez Zapatero. La propuesta, muy oportuna en estos tiempos de recelo histórico, defiende una alianza entre Occidente y el mundo árabe y musulmán en la esperanza de sumar fuerzas y unirse en la lucha contra las políticas de terror por vías distintas a la militar.
El programa propuesto tiene como puntos fundamentales: la cooperación antiterrorista, la corrección de desigualdades y el diálogo cultural. De hecho, desde los albores del nuevo siglo, la ONU ha enarbolado como nueva filosofía la integración y el acercamiento cultural . El 2001 fue denominado precisamente como "El año de las Naciones Unidas del Diálogo entre Civilizaciones". El 6 y 7 de abril del 2009 tuvo lugar en Estambul el II Foro de la Alianza de Civilizaciones con la presencia de 83 países y 17 organizaciones internacionales. Destacó la presencia del actual Presidente de Estados Unidos Barack Obama.
La teoría de Huntington ha sido desmentida en gran medida y, conforme el mundo avanza, dialoga y se interrelaciona culturalmente sobre la base de instrumentos y mecanismos democráticos, sus profecías apocalípticas se va disipando cada vez más.
Resulta más bien intrigante saber que el libro de Samuel Huntington fue publicado con partidas del presupuesto del Pentágono, y su teoría tuvo gran influencia sobre sus creadores políticos y estuvo siempre en la cabecera en la Administración Bush. La pregunta no se hace esperar: ¿las tesis de Huntington fueron un medio encubierto para darle base teórica a la administración Bush y tras la caída de las Las Torres justificar la invasión sobre Medio Oriente ?




Mis Películas: Easy Rider
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Estreno : EE. UU. 1969
Director : Dennis Hooper
Protagonistas: Peter Fonda, Dennis Hooper, Jack Nicholson
Música : Born to be wild (Steppenwolf), If Six Was Nine(Jimi Hendrix)
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Easy Rider es el alegato más hermoso jamás realizado en torno a la revolución contracultural que sacudió los convulsos años 60, forjadora de la identidad inconformista que dio cimiento al movimiento hippie.

Acompañada de una excelente banda sonora de los líderes míticos del rock: Jimi Hendrix, Bob Dylan, Steppenwolf (su canción Born to be wild sería convertida en icono), la película proyecta la audaz aventura de dos jóvenes inconformes y con tremendas ansias de diversión recorriendo a bordo de impresionantes motocicletas diversos pueblos y ciudades del suroeste de Estados Unidos en dirección a las festividades del famoso carnaval de "Mardi Grass", en Nueva Orleans, Louisiana.

A comienzos de la década de los setenta yo había asistido en Lima al estreno del film Woodstock, quedando fuertemente impresionado por la espectacular presentación de los grandes líderes y bandas del rock de la época, su afiebrada y alucinante música estridente, el intenso colorido y la efervescente alegría de una multitudinaria juventud que se concentró alrededor del legendario concierto para expresar, a través de la paz, el amor y la música, un profundo mensaje de cambio y renovación contra el statu quo.

"Woodstock" ha sido considerado como el documental vivo más importante y hermoso de la cultura hippie.

En easy rider asistimos, propiamente, a una película, con trama y personajes, look, escenario, costumbres y música, que, sin sutilezas y del modo más descarnado, transmite el nihilismo que impregnó el espíritu de la época.

Empero, no es una película de entretenimiento lo que en principio se deba buscar aquí, no obstante que se goza a lo largo del film . Tampoco méritos de orden técnico, dirección o escenografía (la belleza natural de los paisajes que le sirve de telón de fondo no lo necesita). Y hasta es posible que al común espectador le resulte árida e insípida y acabe por abandonar la butaca, como he leido en algunos comentarios de los diversos blogs que abordan el tema.

Easy Rider busca mostrar, en esencia, el puro inconformismo, la desazón y la rebeldía de una juventud que transita dislocada por un espacio y tiempo oscilante entre el eco fresco de las radicales revueltas de Paris de mayo del 68 y la tragedia absurda de la guerra de Vietnam.

Las variadas aventuras salpicadas de violencia, droga y sexo que van experimentando los dos jóvenes en su largo periplo hacia el festival, propician situaciones y diálogos que son muy bien utilizados en el film para interpelar el asfixiante engaño que entraña el mercado de consumo, el ansia por el dominio imperialista de Estados Unidos y, frente a ello, el conservadurismo de sus líderes, distantes y ajenos a la nueva generación, cuyos extraños looks, cabellos largos y lenguajes irreverentes miran con recelo e inocultable temor por los nuevos vientos que anuncian.

El diálogo que sostienen los jóvenes con el abogado alcohólico al que le hacen el ride (un Jack Nicholson juvenil), es una perfecta metáfora sobre el quid del film: "ellos (los viejos) les temen a ustedes (los jóvenes) , por lo que ustedes representan; y le disgusta que se les encare su falta de libertad".

En realidad, hasta antes de los 60's la juventud, como generación, no existía. De la etapa escolar se pasaba directo a la etapa adulta; sólo preocupaba buscar la seguridad de un empleo una vez estando fuera . La película To Sir With Love (Al maestro con cariño), con notable actuación de Sidney Poitier, rodada a mediados de la década, lo ilustró de manera elocuente. Mucho antes (1955), el clásico Rebelde sin causa,( James Dean), lo había expresado en términos verdaderamente conmovedores.

Con easy rider la juventud aparece y se hace escuchar, y comienza a tener una presencia más gravitante en el escenario de la historia, hasta convertirse en su más importante motor de cambio. Su mensaje llevó a replantear conceptos fundamentales sobre libertad, familia, sexo, autoridad, sobre las instituciones en general, con los que el mundo ha ingresado al siglo XXI.

Cuarenta años acaban de cumplirse desde que Hollywood se atreviera a lanzar esta bella y loca aventura. Y ante las transformaciones producidas en la sociedad postmoderna, cabe preguntarse: ¿qué influyó más? ¿las rabiosas revueltas de Paris de mayo 68, o la imagen de los dos jóvenes rebeldes pelucones desafiando al mundo sobre sus motocicletas?

¿Es posible que la célebre proclama de Herbert Marcuse: "la imaginacion al poder; seamos realistas, pidamos lo imposible", cediera históricamente a la interjección que al final espeta el "capitán américa" (Peter Fonda): "!creo que la cagamos!" ?

Easy Rider, una película de culto.

Nueva York, otoño del 2009.

Luis Alberto Castillo.